Este artículo pretende dar respuesta a otro publicado en el periódico «La Tribuna» de Albacete, donde se justifica el uso sexista de la lengua atendiendo a criterios de economía, corrección y sentido común.
José Juan Morcillo Aquí puedes leer el texto completo.
El feminismo no es lo mismo que “el machismo pero al revés”, porque el feminismo es: un movimiento social, filosófico, ético, político y epistemológico (Elsa Lever). Utiliza la metodología de la equidad y pretende la igualdad de oportunidades, de acceso, de justicia, etc. entre hombres y mujeres. Sabemos que mujeres y hombres somos diferentes no sólo biológicamente, también culturalmente, ya que nuestra sociedad está estructurada en el sistema sexo-género. Tenemos experiencias diferentes desde nuestro ser mujer u hombre, no habitamos el mundo de la misma manera y mucho menos lo interpretamos igual porque hemos nacido con procesos corporales diferentes y hemos tenido una educación basada en la diferencia sexual. Por todo esto está muy lejano de ser el antónimo de machismo.
El que las palabras tengan un género gramatical masculino o femenino, no afecta, en absoluto, a la igualdad entre mujeres y hombres. Por supuesto que árbol es masculino y casa es femenino. Ese género gramatical es arbitrario, de ahí los problemas que ocasiona a participantes de los cursos de español como lengua extranjera; pero eso no tiene consecuencias para las relaciones igualitarias entre hombres y mujeres.
Pondré un ejemplo que si lo tiene: “Los derechos del hombre” es posible que me refiera a los derechos del hombre (varón) o a los derechos de hombres y mujeres, o que incluso en una misma frase tenga que realizar lo que García Meseguer denomina “salto semántico” ahora se refiere a unos y luego a unos y otras.
No es más justo, ético y razonable incluir a hombres y mujeres, por ejemplo, utilizando el término persona o ser humano uno o el otro (he utilizado un término masculino y otro femenino y he incluido a hombres y mujeres, además, he tenido en cuenta la economía del lenguaje, aunque a veces esta característica solo la utilizamos para discriminar a las mujeres y no nombrarlas)
Sus ejemplos en términos no sexistas:
“Las personas ancianas abandonadas necesitan atención constante” es más, “abandonadas” ¿Es posible que sobre? porque ¿solo necesitan atención constante las personas ancianas abandonadas o todas las personas ancianas? Quizás con escribir solo “las personas ancianas necesitan atención constante”, es suficiente y cumplimos con lo que tanto les preocupa; que no es incluir a la mitad de los seres humanos sino la economía del lenguaje.
“Ellos están enamorados” para explicar esta frase debo remitirme a un contexto: es posible que sean dos varones quienes están enamorados o que sea una mujer y un hombre, otra vez el “salto semántico”. Mí propuesta como innovadora lingüística, como usted nos denomina, es que si pienso en personas diría: están enamoradas y si pienso en seres humanos diría enamorados. Pero yo ya he realizado el proceso de incluir a las mujeres, es una cuestión de justicia. Le invito a que lo haga.
¿Afecta a algún derecho fundamental, a la economía, a la corrección y al sentido común decir el profesorado, en vez de los profesores?
“En Libia no se están respetando los derechos fundamentales del hombre” esta frase la dejaría tal cual porque los derechos de las mujeres no se han respetado nunca, no solo ahora. Seria discriminatorio decir que “no se respetan los derechos humanos de la población de Libia” porque partiríamos de que antes se respetaban los derechos de las mujeres y esto no es cierto.
“Los españoles serán llamados a las urnas el próximo mes de mayo” este titular es manido y poco original y haría tantas propuestas que no me extenderé, por economía.
“No toda hembra es mujer” quienes son antifeministas viscerales abogan por incluir a todas las hembras en una cuestión humana, se pretende ridiculizar a las personas que promueven un uso no sexista del leguaje y reducir al absurdo y a la chanza una alternativa justa y coherente.
La lengua no es sexista pero si el uso que hacemos de ella y hacemos un uso partidista y fraudulento del lenguaje cuando excluimos a las mujeres. (Feijoo escribió que los mismos argumentos que se utilizaban en contra de las mujeres se podían utilizar a su favor).
Añadir que la lengua está en evolución constante y de la misma forma que vamos incluyendo términos y expresiones nuevas podemos ir “encontrando” otras. Por ejemplo, nos sorprenderá la expresión género femenino, referido a género social, en “La Celestina” (auto sexto y décimo) cuando La RAE se empeña en afirmar que esta palabra es un anglicismo y que se impone en nuestra lengua en los años 70 del siglo pasado. (en este mismo Blog en la página de Inicio » Oh Género Femineo Encogido y Frágile»
Por cierto, consulte la palabra “Hombre” y “Mujer” en el diccionario, después haga un análisis de las mismas: se cansará de leer acepciones positivas para los varones y negativas para las mujeres.
Por fin, ¿Perjudicamos a los hombres si incluimos a las mujeres?
Este ertículo me parece tan acertado, además desde lo que dice al principio, el feminismo se ha confundido con el machismo al revés.
Y si creo que las cuestiones semánticas generan confusión, siendo que eso sea una falta de cultura para quien redacta . Gracias.