La Educación Antídoto contra la Violencia de Género.

El carácter estructural de la violencia se puso de manifiesto en la IV Conferencia Mundial de la  Mujer celebrada en Beijing en 1995, donde se afirma que  los  derechos humanos de las mujeres y las niñas son parte inalienable, integral e indivisible de todos los derechos humanos y libertades fundamentales Al considerarla un atentado contra  tales derechos, queda establecido que no es una cuestión personal sino que tiene un carácter social, Se manifiesta, al mismo tiempo, que a fin de superar la violencia contra las mujeres es preciso medidas públicas eficaces para hacer frente tanto a las causas como a las consecuencias de la violencia. Así mismo se establece que los sistemas educacionales deberían promover el respeto propio, el respeto mutuo y la cooperación entre mujeres y hombres.

La violencia contra las mujeres está basada en el género, no es fortuita o casual, el factor de riesgo es ser mujer (Nuria Valera, 2008). La violencia de pareja y la violencia sexual son perpetradas en su mayoría por hombres contra mujeres. A nivel mundial, hasta el 38% de los asesinatos de mujeres son cometidos por su pareja. Además de la violencia de pareja, el 6% de las mujeres de todo el mundo refieren haber sufrido agresiones sexuales por personas distintas de su pareja, aunque los datos al respecto son más limitados

En 1993, la ONU aprueba la Declaración para la eliminación de la violencia contra la mujer y la sitúa en el marco de los derechos humanos. Confirma que las mujeres tienen derecho a gozar de todos los derechos humanos y libertades fundamentales y no solo reconoce violencia física, sexual o psicológica sino que también incluye la amenaza de dicha violencia, tanto en el contexto familiar como en el social.

Según las investigaciones de la Organización Mundial de la Salud en estudios que se han llevado a cabo, la violencia contra la mujer es un problema mucho más grave y generalizado de lo que se había sospechado hasta el momento. Tras examinar una serie de estudios realizados antes del año 1999 en 35 países, se comprobó que entre el 10% y el 52% de las mujeres había sufrido maltrato físico por parte de su pareja en algún momento de su vida, y entre el 10% y el 30% había sido víctima de violencia sexual por parte de su pareja. Entre el 10% y el 27% de las mujeres declaró haber sido objeto de abusos sexuales, siendo niñas o adultas.

Según un análisis de resultados obtenidos (Grupo de Trabajo interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer. OMS 2018) en todo el mundo, casi una de cada tres mujeres (un 30%) ha sufrido violencia física y/o sexual por su pareja o violencia sexual por alguien que no era su pareja o ambas.

Más de una cuarta parte de las mujeres de entre 15 y 49 años que han tenido una relación de pareja han sido objeto de violencia física y/o sexual de pareja al menos una vez en su vida (desde los 15 años).

La violencia contra las mujeres está generalizada en todo el mundo, incluso en los países más desarrollados. Según un estudio presentado en el Congreso Internacional sobre Violencia de Género, celebrado en Valencia en 2011, entre el 40% y el 50% de las mujeres de países como Finlandia, Suecia y Alemania han sido víctimas de violencia por parte de algún hombre.

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/violence-against-women

https://rcandel.files.wordpress.com/2024/04/la-educacion-antidoto.docx

Autor: Maria Rosa Candel Tárraga

Apenas era una niña de dos o tres años cuando mi madre me enseñó a ver la vida a través de unas gafas color violeta. A través de estos cristales yo he ido mirando, analizando, criticando y construyendo el mundo y las relaciones entre las personas. Estudié una carrera que se podía cursar en Albacete -Magisterio-, pero, indudablemente, aquello supuso un golpe de suerte, ejercer la labor docente es una profesión que me ha permitido enriquecerme extraordinariamente: la relación con tantas personas, todas tan interesantes, me ha aportado grandes satisfacciones en la vida. Posteriormente me he ido formando y reciclando en las materias relacionadas con la Igualdad y la Prevención de la Violencia contra las Mujeres y a lo largo de toda mi trayectoria profesional he procurado imprimir en todas mis actividades docentes la perspectiva de género. Soy profesora de personas adultas y he trabajado en muchos campos: La prevención de la Violencia de Género, la Igualdad entre mujer y hombres,el folklore, las danzas, las enseñanzas iniciales, los clubes de lectura… Siempre he enfocado el trabajo y la vida desde la perspectiva violeta. Formé parte del Seminario de Mujer de la Federación de Universidades Populares. Soy Agente de Igualdad para las mujeres-por titulación y vocación. Máster en Malos Tratos y Violencia de Género: aspectos interdisciplinares con Especialidad Educativa. Formo parte de la Comisión Transversal de Género del Ayuntamiento de Albacete y he llevado y llevo a cabo todos los programas relacionados con el género que organiza la Universidad Popular de mi ciudad. Mi labor es sencilla: apoyar a todas las mujeres del mundo. Estoy enredada en la red de sororidad, de la que habla Marcela Lagarde, desde que mi madre me puso las gafas color violeta. Toda mi vida.

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