Alejandro es un pedazo de maltratador, con el pasado más turbio que un sacerdote de parroquia en parroquia.
Cuando te mira te paraliza y comienza a pegarte porque no aprendes a estar dispuesta y esa es tu obligación de perra.
Alex me quiere con la locura de los celos que prenden el conflicto, las voces y los golpes.
Cuando sonríe, entre los huecos de sus podridos dientes se incrusta la comida de burguer y, además del kétchup, aprieta mi cuello con sus ásperas y duras yemas que son palas de abofeteo inesperado.
El hombre que me tocó se va de pronto y cuando parece que el hueco de su cuerpo ausente se eleva en el colchón, tintinea la alarma de mi corazón enjuto, el ruidero de las llaves de la cerradura que me recuerda que nunca cambiaré, porque antes muerta que dejar de ser de él.
Alejandro ya mandaba cuando éramos novios pero yo lo achacaba al inmenso amor que me profesaba. Juzgaba a las mujeres que iban a los bares y se iban con cualquiera y me repetía que yo no era de esas, porque tenía la suerte de haberle conocido.
Alex es un pedazo de podrida locura de celos.
Los alex se esconden por todos lados, viven en el anonimato y solo entre hombres verbalizan la falta de respeto y presumen de saber lo que necesitan las mujeres.
Los maltratadores pasivos duermen tranquilos cuando acaban de enterrar a una madre, una hermana, una tía, una vecina, una ciudadana.
Impiden un amanecer claro con el silencio cobarde del inmovilismo y hasta que no voceen su protesta y adhesión no lucirá claro el día, no brillara el sol.
El alimento de la desigualdad, mata de hambre a la libertad.
Alejandro ya no vive aquí, me costo sacarlo pero lo conseguí.
Vive con otra mujer igual de tonta que yo, con el pasado mas turbio que una niña sin hogar que da mil tumbos.
Autora: Ari Ito (Albacete , febrero 2014)
Autor: Maria Rosa Candel Tárraga
Apenas era una niña de dos o tres años cuando mi madre me incitó a ver la vida a través de unas gafas color violeta. A través de estos cristales yo he ido mirando, analizando, criticando y construyendo el mundo y las relaciones entre las personas.
Estudié una carrera que se podía cursar en Albacete -Magisterio-, pero, indudablemente, aquello supuso un golpe de suerte, ejercer la labor docente es una profesión que me ha permitido enriquecerme extraordinariamente: la relación con tantas personas, todas tan interesantes, me ha aportado grandes satisfacciones en la vida. Posteriormente me he ido formando y reciclando en las materias relacionadas con la Igualdad y la Prevención de la Violencia contra las Mujeres y a lo largo de toda mi trayectoria profesional he procurado imprimir en todas mis actividades docentes la perspectiva de género.
Soy profesora de personas adultas y he trabajado en muchos campos: La prevención de la Violencia de Género, la Igualdad entre mujer y hombres,el folklore, las danzas, las enseñanzas iniciales, los clubes de lectura… Siempre he enfocado el trabajo y la vida desde la perspectiva violeta. Formé parte del Seminario de Mujer de la Federación de Universidades Populares.
Soy Agente de Igualdad para las mujeres-por titulación y vocación. Máster en Malos Tratos y Violencia de Género: aspectos interdisciplinares con Especialidad Educativa. Formo parte de la Comisión Transversal de Género del Ayuntamiento de Albacete y he llevado y llevo a cabo todos los programas relacionados con el género que organiza la Universidad Popular de mi ciudad.
Mi labor es sencilla: apoyar a todas las mujeres del mundo.
Estoy enredada en la red de sororidad, de la que habla Marcela Lagarde, desde que mi madre me puso las gafas color violeta. Toda mi vida.
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Añadir que la eleccion del nombre Alejandro responde a su origen griego:usado como protector o defensor.
A quienes me lean.
Yo no autorizo publicidad de ningún tipo pero no puedo evitar que entren y hagan de las suyas. Perdonad.
Maria Rosa Candel Tárraga
Administradora del Blog
Es una pena, como hombre me siento decepcionado, no entiendo como algunos descerebrados pueden hacer cosas asi.