¡Qué vivan las mujeres! Miguel Bosé
El origen del Día Internacional de la Mujer no puede explicarse por un hecho aislado sino que es el resultado de un conjunto de sucesos y, al tiempo, consecuencia de las ideologías, sobre todo de las socialistas de la 2º mitad del XIX. Así mismo es necesario tener en cuenta los movimientos de mujeres de la época.

A principios del siglo XX en Europa, los movimientos de mujeres estaban divididos entre el feminismo burgués y las mujeres socialistas. Para ambos la consecución del voto femenino era su máximo objetivo, el divorcio, el acceso a los estudios superiores y, en el caso de las mujeres burguesas, el derecho a controlar sus posesiones eran otras de sus reivindicaciones.

Ambos movimientos eran antagónicos por razón de sus orígenes: el movimiento feminista burgués estaba compuesto por mujeres de clase media y alta; mientras que las mujeres socialistas, generalmente, eran trabajadoras. Unas y otras tenían intereses y situaciones contrapuestas y, en aquel momento, no fueron capaces de superar sus divergencias.
Con respecto a algunas informaciones erróneas que se difunden en torno a la celebración del 8 de marzo hay que apuntar que: 142 trabajadoras de la Triangle Shirtwaist Company, no la Cotton, organizaron la primera huelga exclusivamente de mujeres con el fin de solicitar mejoras laborales. Éstas murieron en un incendio que ocurrió el 25 de marzo de 1911, seis días después de lo que se considera la primera celebración de Día de la Mujer que fue el 19 de marzo del mismo año.

El antecedente real de la celebración del Día de la Mujer lo encontramos cuando en febrero de 1908 el Partido Socialista Americano, más concretamente el movimiento de mujeres socialistas de Estados Unidos, cumpliendo con la resolución de la II Internacional Socialista (Stuttgart 1907) que instaba a todas las organizaciones socialistas a luchar por el sufragio universal femenino, celebró el “Woman,s Day”. Su reivindicación central era conseguir el voto de las mujeres, al tiempo que se erigía en adalid de la lucha de los derechos globales de ellas

En la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague en 1910, Clara Zetkin líder del Partido Comunista de Alemania propone formalmente la celebración del Día de la Mujer; No consta que en esta ocasión fuera elegido el 8 de marzo, es más, al año siguiente se celebró el 19 de marzo dicho día.
La propuesta de Zetkin chocó frontalmente con la idea de los hombres de su partido que consideraban que debía ser el “1º de Mayo” el aglutinador de la causa proletaria y cualquier actuación que pudiera ensombrecerlo planteaba serias dudas y recelos; pero Clara Zetkin argumentó que su pretensión era acercar a las mujeres a la causa socialista, de esta forma los varones de su partido quedaron sin argumentos y las mujeres socialistas europeas se colocaron al frente de la reivindicación mundial para conseguir el voto femenino. En este sentido hay que decir que el movimiento europeo era mucho más fuerte e influyente que el americano.

La celebración de un Día Internacional de la Mujer con las concentraciones y manifestaciones de mujeres reivindicando en las calles sacudió la apelmazada sociedad de la época.
Las mujeres rusas, que venían celebrando el Día de la Mujer desde 1913, cuatro años después, en 1917, impulsaron un gigantesco motín, ante la falta de productos básicos, que fue el germen de la Revolución que culminó en octubre. Desde ese momento el Día Internacional de la Mujer tomó un marcado carácter comunista y fue considerado como un servicio imprescindible para los ideales de la Revolución. El 8 de marzo, pues, continuó celebrándose, por las mujeres más activas, en recuerdo de aquel 8 de marzo de 1917.

A mediados de siglo, al finalizar la segunda guerra mundial, la ONU promueve un nuevo orden mundial resaltando la labor desarrollada por las mujeres para derrotar al fascismo, al tiempo se exhorta a los países para un reconocimiento pleno de los derechos de las mujeres.
Monografía «8 de marzo.Día Internacional de la Mujer» Caridad Cano Joaquín